Fosas sépticas: todo lo que hay que saber sobre ellas

16 de enero de 2023

Fosas sépticas: todo lo que hay que saber sobre ellas


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Las fosas sépticas son unas alternativas de depuración que se han revelado como muy útiles en determinados entornos. Se trata de áreas, por lo general, fuera del ámbito urbano, en las que su instalación se hace necesaria por una cuestión de salubridad. Quienes trabajen como jefes de obra han de tener clara su funcionalidad en estas circunstancias. A continuación, te contamos las claves de estas infraestructuras tan recurrentes en el mundo de la construcción. Toma nota. 

 

¿En qué consisten?

En primer lugar, hemos de señalar que estas instalaciones se han hecho populares allí donde no se cuenta con los sistemas de desagüe que consideramos tan normales en nuestra vida cotidiana. Sucede, por ejemplo, en algunas zonas rurales que no disponen de esta red de canalizaciones. Por lo tanto, la presencia de estas fosas se convierte en imprescindible para garantizar un desalojo saludable de las aguas de utilización doméstica. 

Ten en cuenta que, si no existen estos recursos, las aguas subterráneas pueden acabar siendo contaminadas por los patógenos asociados a las heces y otros agentes. Antaño se solía hacer uso de letrinas de hoyo a estos efectos, lo cual resultaba mucho menos seguro. Si bien la fosa séptica no es una solución tan sofisticada como una depuradora, sí se ha revelado como clave para la evacuación de las aguas domésticas de los lugares alejados del alcantarillado público. 

 

El funcionamiento de las fosas sépticas

Las fosas, por otro lado, pueden estar en la superficie o permanecer enterradas. En todo caso, su objetivo es el de que, a partir de su prefiltro, los elementos sólidos de las aguas grises se puedan ir depositando, con el menor flujo de líquido posible, en este receptáculo. Asimismo, se produce la liberación de las aguas que entran, pero ya sin esos residuos sólidos.

En cuanto a sus materiales, destacamos los copolímeros de alto peso, tales como el polietileno de alta densidad, que vienen bien para los depósitos huecos o grandes. Una fosa séptica puede servir tanto a un inmueble particular como a una colectividad más grande que la que vive en el primer tipo de residencia.

El porcentaje de sólidos va a aminorarse, dentro de la fosa, debido a los efectos de las bacterias. De este modo, el agua liberada conlleva menos riesgos para el ambiente al que va a llegar. Eso sí, las materias sólidas que se quedan en la fosa deben ser limpiadas y tratadas adecuadamente antes de ser eliminadas.

En este sentido, te recordamos que existen normativas (entre las que destacamos el Real Decreto 606/2003) acerca de la instalación y limpieza de estos depósitos. Su diseño y dimensionamiento dependerán de la capacidad y del uso que deban albergar. De lo contrario, podrían colmatarse, lo que evitaría sus funciones.

En definitiva, las fosas sépticas sobresalen como unas soluciones de depuración que suplen las carencias de la red de desagüe en áreas alejadas de los grandes núcleos urbanos. Si quieres unos inmuebles salubres, te conviene contar con este instrumento de separación del agua y de sus contaminantes sólidos. ¡Infórmate!

 

 

 

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