Una tubería para agua potable es un recurso fundamental en cualquier instalación en la que hayan de convivir personas. Se trata de agua que requiere un tratamiento especial para su consumo social, por lo que su distribución debe ser igual de cuidadosa. 

Las tuberías son las canalizaciones principales por las que discurre el agua potable (también las de otros tipos) antes de ser puesta a disposición del uso humano. Sus redes están reguladas por el Real Decreto 140/2003, tanto en los espacios públicos como en los privados.

El agua potable requiere de unas tuberías de calidad para llegar en condiciones a sus usuarios. En este sentido, hemos de señalar que no hay una sola clase de tubería que pueda garantizar este fin. En función de las necesidades del tipo de local, doméstico o industrial, y de la utilización que se vaya a hacer del agua, será interesante contar con uno u otro sistema de canalización del agua potable. A continuación, te contamos las claves acerca de cómo elegir el que mejor se adapte a las necesidades de tus espacios. Presta atención. 

¿Qué tubería para agua potable te conviene?

Más allá de la estructura de los distintos conductos por los que va a ir el agua, el meollo de las tuberías estriba en el material con el que estén hechas. Estas y sus accesorios tienen que fabricarse de forma que opongan una gran resistencia a los gases, los metales y otros materiales que se disuelven en el agua y las pueden corroer. En este sentido, es fundamental que tengas en cuenta la dureza del agua. Si este líquido destaca por su blandura, ocasiona corrosión; mientras que, si sobresale por su dureza, produce caliza.

Aparte de facilitar la conducción, las tuberías no tienen que sufrir deterioros ni dañar la calidad alimentaria del agua. Por consiguiente, vale la pena que tomes nota de las prestaciones que te aporta cada una de ellas. 

Las tuberías de plástico

Estas tuberías destacan por el hecho de que su instalación no resulta compleja, lo que va a suponer que no tengas que realizar una gran inversión para disfrutar de ellas. Te informamos, por otro lado, de que existen diferentes tipologías de plásticos que se emplean a estos efectos.

En primer lugar, te presentamos el cloruro de polivinilo (PVC), que es, sin duda, uno de los componentes más utilizados en estos elementos. Aparte, apunta que existe una versión con una rigidez todavía mayor, que es la relativa al cloruro de polivinilo clorado (CPVC). 

El PVC orientado es útil para abastecer de agua potable, pero también para reutilizarla. Remarcamos su capacidad hidráulica, combinada con su resistencia. Además, se revela como versátil gracias a sus sistemas de uniones con juntas elásticas, lo que facilita los montajes y desmontajes. 

El polietileno (PE) es el segundo plástico más empleado en las tuberías. Aporta, en comparación con el PVC, una mayor flexibilidad. Y, si quieres optar por una alternativa caracterizada por una robustez y durabilidad superiores, puedes decantarte por el polietileno reticulado (PER). 

El PE resulta más resistente y seguro para la calidad del líquido que el PVC. Es el caso del polietileno de alta densidad (PEAD), apto para conducir a presión el agua que después vamos a consumir. Por otra parte, estas tuberías han sido elaboradas con base en la norma UNE-EN 12201. 

Pueden ser limpiadas de un modo fácil, pues sus superficies lisas repelen la suciedad, la cal, los óxidos y los ácidos. Por tanto, resisten en condiciones ante las aguas alcalinas. 

Las tuberías de cobre

Aunque nos hayamos centrado en las de plástico, tenemos que reseñar que las de cobre también son idóneas para la conducción de las aguas de uso doméstico. Proporcionan un alto rendimiento en los parámetros de longevidad, resistencia y seguridad que te hemos relatado anteriormente; pero, por contra, resultan más caras. Ten en cuenta que su instalación requiere de conocimientos especializados. 

Sus diferentes secciones son conectadas mediante accesorios a presión. Nos referimos a ramificaciones o desviaciones para dotar de curvas a las tuberías. Eso sí, no te recomendamos este material cuando el pH del agua sea inferior a 7. Te recordamos que las aguas ácidas conllevan riesgos para la salud. 

Apuesta por una tubería para agua potable de calidad

En definitiva, la tubería para agua potable que vaya a dar servicio a tus espacios tiene que adaptarse a sus tamaños, fines y naturaleza. Se trata de una infraestructura esencial, en la que no debes improvisar. Si tienes alguna duda, pregúntanos y te informaremos.