Un separador de grasas es una solución de depuración que puede resultar muy útil en todo tipo de inmuebles. Tanto en los residenciales que impliquen la convivencia de colectividades como en los que se utilicen para labores industriales o relacionadas con la hostelería. Cuando se trata de depurar los circuitos de agua de un inmueble, esta alternativa se ha revelado como práctica a la hora de separar las aguas de determinadas impurezas que pueden hacer que se estanquen o huelan mal. A continuación, te contamos las claves de este equipamiento de ingeniería mecánica que resuelve una necesidad imperiosa para cualquier jefe de obra. Presta atención. 

¿En qué consiste un separador de grasas?

Es una arqueta de utilización doméstica e industrial. Puede ser empleada tanto en viviendas como en cocinas o fábricas. Su utilidad es la de retener las grasas que se mezclan con las aguas de uso corriente. De este modo, se logra que no accedan a los desagües.

Este equipo cuenta con paredes de sofisticados materiales. Se hace uso, por ejemplo, del polietileno y del poliéster reforzado con fibras de vidrio (PRFV). Son materiales tan ligeros como resistentes, por lo que limpiarlos va a resultar de lo más sencillo. Ten en cuenta que su mantenimiento periódico es clave para garantizar un funcionamiento óptimo. 

Los separadores se valen, para cumplir su función, del mecanismo propio de la ley de la gravedad. Con base en este principio y el tiempo de retención, dependen, a su vez, de su tamaño las prestaciones que te pueden proporcionar. Por lo tanto, es básico calcular el dimensionamiento que te va a hacer falta para que den el rendimiento apropiado. Y siempre han de estar diseñados considerando las directrices de la normativa de certificación UNE EN-1825, aparte de las respectivas de marcado de la Comunidad Europea. 

¿Cómo funciona esta herramienta?

Por otro lado, los separadores de grasas, aunque pueden tener distintas disposiciones (horizontal, vertical, etc.) comparten una forma de funcionamiento. El proceso empieza cuando las aguas grises llegan al separador. Dentro de esta categoría no se encuadran solo las grasas, sino también los aceites animales y vegetales, los lodos y los residuos sólidos. 

Posteriormente, se va a producir el decantamiento de las materias sólidas hacia el fondo. Gracias a la división de la pared, mientras las grasas ascienden hacia la superficie, los lodos se van dispersando. Las aguas, libres de los anteriores agentes, se van por la tubería de salida. Esta puede tener forma de T larga, lo que facilita que no se filtren agentes indeseados. 

Por último, el líquido fluye hacia las alcantarillas. Aunque también puede ser orientado hacia otro depósito, en el que se le aplique un tratamiento adicional, antes de pasar a la red pública. Te recordamos que el separador no elimina el 100 % de los contaminantes.

En definitiva, un separador de grasas se revela como un recurso de depuración capacitado para abarcar una gran cantidad de litros de agua relacionados con el trabajo. Opta por aquel con el diseño y las dimensiones que requieran tus labores. ¡Infórmate para tus proyectos de construcción!